Delicia auditiva

viernes, 13 de agosto de 2010

En el amor va la inocencia.





De vez en cuando, en alguna que otra madrugada (cada vez acumulo más), pienso en ti. A altas horas de la noche, pienso en todo lo que me das, en lo que siento cada vez que rozo tu piel, cada vez que tu aliento pasea por mi cuerpo recorriéndolo sin censura ninguna.
Desde que empecé a trasnochar teniéndote en mente, estés o no presente, noto que soy más feliz.
Hay tan pocas cosas que valoro, tan pocas cosas que me alegran, que por eso no quiero que te marches, porque te valoro como a nadie y porque contigo aflora mi sonrisa. Tenía que dejar de ser tan lúgubre, tan negativo, porque así no llego a ningún sitio; olvidé lo que era sonreir, igual que olvidé lo que era quererme a mí antes de quererte a ti.
A día de hoy, sigo trasnochando por recordar tus besos, sigo necesitando cada parte de tu cuerpo, cada aroma y todo eso que...me incita a tenerte en cuenta en cada uno de mis movimientos.
Te quiero a fuego lento...*



Voy a enseñarte en un momento
cómo tú me haces sentir.
Se refleja en cada abrazo
en cada beso que te doy.

Y es que me gustas así;
sin pinturas ni retoques
que no me harán más feliz.
Me amas por ser como soy.

Tú, que aceptas mis defectos,
pero no olvidas mis fallos,
aunque nunca fuí el primero,
siempre tuviste detalles...

para hacerme estar contento,
siempre atenta a mis llantos.
Te amo como a nadie,
nena, nunca sentí esto...*


Réal. :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario