Delicia auditiva

sábado, 30 de enero de 2010

Corazón a 120 Km/h.




Te darás cuenta al final del camino, de que una foto, un recuerdo, un lugar, un movimiento, un gesto, o las simples yemas de tus dedos, pasan a formar parte de un álbum mental, un montón de cosas que son difíciles de borrar. Es cierto que no todos tenemos la capacidad de olvidar en unos cuantos días, olvidar...quería decir " dar de lado". Sé cómo debes sentirte, sé que es complicado asimilar que te equivocaste, no fue un despiste, ni dos, ni tres, !fueron más¡, pero aunque haya pasado el tiempo has conseguido cambiar, chico, ¡eso es lo importante!, ¿o no?. Si ella te decía que debías cambiar esa actitud, ese feo carisma, esos estúpidos maloshumores, era por algo, sin duda, era por algo. Y bueno, ahí te veo, solo, tirado en la acera, sentado con birra, con porros, con la vida arrastrándose y pidiéndote a gritos que la cuides ya que no supiste cuidar al amor de tu vida. Pero eso ya no te importa, y es que yo te entiendo, te lo aseguro. A mí me pasó algo similar, perdí la fuerza por la boca, fui algo idiota y me dejé llevar por la ansiedad. Sé que significa que te digan adiós para siempre, sé lo que es que esa persona que quieres coja un autobús, te mire llorando, y vuelva a girar la cara despidiéndose para siempre de ti y de tu estúpida vida vacía, sé lo que es echar de menos, sé lo que es vivir con prisa, y también sé mil millones de maneras para perder la sonrisa...*

Réal.

Una vez más lo intento,
eso de explicarle al corazón
que cuando falta la razón
sólo nos queda el desconcierto.
Y es cierto que
recuerdos tienden a volver,
que aún quedan cosas por ver,
saca fuerzas y pon ganas
pa olvidarte del ayer,
pa olvidar lo que se fue,
todos te dirán lo mismo,
"tú dale tiempo al tiempo
para recobrar la fe,
que volverás a sonreír,
y volverás a valorarte
macho, que eso yo lo sé"...*
Pero...tú crees que se equivocan,
sueltan cuentos por la boca
mientras tu alma sigue rota,
te refugias en la coca
por problemas que te matan
y aún no acabas de creerte que...
sigas tan solo,
después de tanto tiempo,
nadie sabe y nadie quiere
acompañarte en tus momentos
de soledad y llanto,
pero tú hazme caso, hermano,
todos lloran en su cuarto.


Un saludo.

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